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domingo, 23 de noviembre de 2014

ESCENA DE DON JUAN TENORIO

PARTE II. ACTO I. ESCENAS VIII y IX
Era medianoche ya y Gonzalo corría lo mas que podía, en busca del vil don Juan. En poco tiempo llegó del convento hasta el lugar dónde don Juan lo esperaba, preparándose para la discusión.

- ¿Dónde estas traidor?
- Aquí estoy comendador, de rodillas y a tus pies.
- Vil eres hasta en tus crímenes.
- Anciano, la lengua ten, y un sólo instante escúchame.
- ¿Que puedes decir en tu defensa que desdiga lo que hay escrito en este papel? ¿Ese es el valor del que blasonas?¿Con viejos y con doncellas la muestras?
- ¡Comendador!
- Miserable, tú has robado a mi Inés de su convento, y yo vengo por tu vida o por mi bien.

Don Juan, que jamás ante un hombre se había humillado, le confiesa al comendador el amor que profesaba por doña Inés. Gonzalo harto de sus engaños la puerta abajo intenta echar. Pero antes de conseguirlo, una nueva voz vuelve a sonar. Era la voz de Luis, quién aparecía burlándose de don Juan. Pero una nueva apariencia llevaba. Tenía entera la cara tapada y vestía una capa negra con restos de sangre.

- ¿Qué has hecho?- pregunta don Juan.
- Arreglaros el problema- responde Luis.

Inés ya no existía, asesinada por don Luis. Entonces don Gonzalo la puerta abajo logra echar y un disparo en la cabeza le propina a don Luis, pero la bala le atraviesa sin ni siquiera oírse un grito. Don Luis era un demonio por Satanás enviado, para salvar al ser más malvado que hasta entonces había existido, Don Juan Tenorio. Avanzó lentamente el demonio hacia don Gonzalo, le cogió por el cuello con las dos manos y se lo partió. Juan petrificado contemplaba la escena, entonces el demonio se giró, le miró, y desapareció. Dejando el cuerpo inerte de don Gonzalo junto al de doña Inés que había aparecido justo cuando el demonio se fue.


 
  
 

1 comentario:

  1. Ejercicio correcto, bien trabajado, expuesto de forma interesante con esas imágenes tan bien traídas intercaladas, etc. Alejandro, cuando quieres, eres un alumno brillante, como he tenido oportunidad de decirte alguna vez. Pero no me gustaría que empezaras a "zanganear": ¿dónde está la carta al director que había que dejar en el portafolios ayer como muy tarde?...

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