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jueves, 2 de octubre de 2014

LENGUA

MI AUTORRETRATO LINGÜÍSTICO

Desde pequeño he hablado el castellano, el idioma del país en el que nací y en el que siempre he residido y por supuesto el de mis padres. De mis primeros años de vida no hay mucho que comentar, iba aprendiendo a hablar cada vez mejor mi propia lengua hasta que llegué a los 6-7 años de vida. En ese momento en el colegio comencé educación primaria y con ello a dar clases de mi segunda lengua, el inglés, la cual tras 9 años de estudio sigo sin dominar aunque puedo comunicarme pero sin mucha soltura. A la vez, también asistía en el colegio a la asignatura de mi propia lengua, la cual sigo estudiando y en la que siempre he obtenido buenas calificaciones. A medida que pasaban los años estas asignaturas se complicaban más y por mis vacaciones familiares y la relación de mi padre con el francés entré en contacto con esta nueva lengua. Poco más tarde comencé mi educación secudaria en el centro educativo Castroverde eligiendo como asignatura optativa francés. Eso fueron dos años, 1º y 2º de E.S.O. sin muy buen resultado ya que no pude o mejor dicho no quise darle continuidad. Eso sí esos dos años aprobé la asignatura pero no me convencía así que, en tercero de secundaria al cambiarme a mi actual centro de estudios, el Instituto Las Llamas también conseguí entrar a dar clases en la escuela oficial de idiomas de Santander de alemán. Tras un único año de alemán vi que el ritmo que se llevaba en la escuela era muy alto y mi poca capacidad de esfuerzo (pereza) hizo que de cuatro destrezas de las que se me examinaba solo aprobara una, comprensión oral. De las otras tres conseguí recuperar comprensión escrita en Septiembre. Ese mismo año a la vez que yo entraba al instituto un profesor de lengua, Enrique Castillo, natural de Córdoba y que de alguna manera influimos en su forma de hablar y el nos hizo entrar en contacto con el dialecto, la forma de hablar andaluza ya que tras pasar tanto tiempo con nosotros los estudiantes se acostumbró más rápido a no sesear tanto o el nos enseñó un fallo que se suele producir en mi tierra de nacimiento Cantabria, el leísmo. Pero bueno dejando atrás años anteriores estoy ya en el presente, mi 15º año de vida, en el cual acabo de empezar el curso. Durante esta primera semana de curso Enrique me ha hecho entrar en contacto con una nueva lengua. Aunque solo sea de pasada gracias a una actividad de clase he aprendido algo del esperanto, aunque muy poco, alguna regla sencilla y solo se decir una cosa: Bonan Matenam.

1 comentario:

  1. Alejandro, buen trabajo, texto correcto, felicidades por tu trabajo. Está muy bien. No obstante, hay un par de cosas que convendría limar para alcanzar la perfección (y sabes que puedes alcanzarla en tus escritos):

    a) ¡Cuidado con las tildes diacríticas! Repasa esto, por favor. El pronombre "él" y el verbo "sé" (de 'saber') lo pones varias veces sin tilde. ¡Horror!

    b) En ocasiones echo de menos más comas, Alejandro; es decir, que si tuviera que leer tu texto en voz alta acabaría con la cara un poco roja. Reléelo, a ser posible en alto, y descúbrelo por ti mismo.

    Confío en que puedes solucionar ambas cosas de cara al futuro. Sigue así. ¡Y no me seas perezoso!

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